Salud Mental

9 consejos para lidiar con la incertidumbre y la ansiedad por la economía en pandemia

El último año en curso ha provocado cambios radicales en la vida de muchos profesionistas que han tenido que lidiar con una continua indefinición de sus entornos laborales ante la erosionada economía que ha provocado reducción de miles de actividades productivas. Esto aunado a la soledad que muchas personas experimentan al no salir de casa y trabajar en esquema homeoffice provoca sentimientos y emociones complejas que impactan directamente en el desempeño laboral, físico y social.

Ante un nuevo escenario mundial, experimentar toda clase de emociones frente a una enfermedad latente que no distingue edad, o estado de salud, especialmente cuando se sabe que los efectos son distintos en cada cuerpo y aun no hay certeza de cuando habrá una vacuna que esté cien por ciento validada ni mucho menos se sabe, cuándo estaría disponible para la totalidad de la población en caso de ser aprobada. Un elemento central que subyace a muchos de estos sentimientos y reacciones es la incertidumbre y está se asocia directamente con la ansiedad.

Hacer desaparecer la incertidumbre no es tarea sencilla, sin embargo; es posible trabajar la angustia elevando el estado de bienestar. De acuerdo con investigaciones de CCL (Center for Creative Leadership por sus siglas en inglés), ONG con 50 años en investigación y desarrollo de liderazgo. Es posible lidiar con la incertidumbre y ansiedad de una mejor manera empleando estos nueve hábitos de enfoque mental fáciles de aplicar:

  1. Se honesto contigo mismo:

Es importante como primer paso controlar la angustia e intentar reconocer esos pensamientos. Preguntándose: ¿De qué tengo miedo o qué me preocupa en este mismo momento?

  •  Desafía los pensamientos angustiantes impulsados ​​por la ansiedad:

No hay porque tener malos pensamientos inmediatos con base a suposiciones. Recuerda que el hecho de que alguien a tu alrededor esté tosiendo no significa que tenga COVID-19. Muchas veces, tendemos a pensar impulsados ​​por la ansiedad buscando evidencia que apoye esos pensamientos, pero ignoramos la evidencia en contrario. Desafía tus pensamientos considerando perspectivas, alternativas, posibilidades positivas y comparando toda la evidencia disponible.

  •  Mira el lado positivo.

Considera reformular tus pensamientos para enfocarlos en algo positivo. Por ejemplo, cuando se piensa: “Estoy atrapado en casa”, podrías decirte a ti mismo: “Estoy seguro en casa y puedo hacer algunas cosas que normalmente no tenía tiempo para hacer”. Si sientes pánico al pensar: “Definitivamente me voy a enfermar”, modifícalo como: “No puedo predecir el futuro, pero sé que si tomo las precauciones adecuadas, como el distanciamiento social y lavarme las manos con mayor frecuencia, haré lo que me corresponde para reducir mi riesgo con prevención”.

4.      Concéntrate en lo que puedes controlar.

Utiliza tu energía en aspectos que si puedan ser controlados. Por ejemplo, puedes estar seguro y ser cauteloso mediante algunas medidas como el distanciamiento social y el lavado de manos constante, pero no puedes controlar completamente si otros toman las mismas medidas; quién o cuántos contraerán COVID-19; y si el gobierno responderá de una manera específica y deseada.

Pregúntate: “¿Qué hay en mi poder?” Si has hecho todo lo posible, o la respuesta es “nada”, considera la posibilidad de redirigir tu atención a un tema o inquietud sobre el que puedas tener más control. Como tomar vitaminas, antisépticos inocuos para la garganta, alimentos alcalinos que elevan naturalmente tu respuesta inmunológica.

5.      Observa tu respiración y sentidos siendo consciente e intencional.

Cuando los sentimientos de angustia aumentan, observa tu respiración. A menudo, las personas respirarán en exceso cuando se sientan ansiosas. Considera concentrarte intencionalmente en extender la exhalación; por ejemplo, inhalar contando hasta 4 y exhalar contando hasta 6. Realiza una verificación de tus 5 sentidos y observa lo que estás experimentando a través de ellos. Recuerda que eres capaz de tolerar la angustia a través de pensamientos tranquilizadores y afirmativos, como “Ahora mismo, estoy bien” y “Puedo manejar esto”. Aun mejor agregando música tranquilizadora y mantras espirituales adecuados a tu estilo de vida, incluso aromas relajantes.

6.       Actúa a través de comportamientos basados ​​en valores.

Si valoras mucho a la familia, por ejemplo, encuentra una forma creativa de comprometerte conductualmente con ese valor. Tal vez eso signifique llamar a algún familiar o amigo con quien no has hablado en algún tiempo para ver cómo está o preguntarle si necesita ayuda.

7.      Inicia un diario de gratitud.

Se ha demostrado que la gratitud se relaciona con una variedad de resultados positivos, como un mayor bienestar, lo que se agradece se multiplica. Considera tener un diario de gratitud en el que anotes tres cosas por las que estés agradecido todos los días o envía una breve nota de agradecimiento a alguien. Dar gracias puede convertirte en un mejor líder.

8.      Encuentra nuevas formas de conectarte con los demás.

Es posible cuidarse sin perder contacto con las personas que nos importan, incluso si el distanciamiento social puede estar impidiendo sus formas típicas de conexión.

¡Se creativo! Si normalmente no participas en videollamadas, considera la posibilidad de experimentar con ellas, para salir de la rutina y tener ocasionalmente interacciones virtuales “cara a cara”. Puedes hacer uso de juegos o dinámicas en línea para que puedas divertirte en compañía de un amigo o familiar.

9.      Complementa tu día con actividad física.

No tienes que entrenar para un maratón que aumente tu frecuencia cardíaca. A veces basta con pausas de estiramientos de 5 a 10 minutos para descansar, al tiempo que incrementas tu productividad, claridad mental y creatividad. Elije tu canción favorita y dedica los 3 minutos y medio de esa canción para estirar tu cuerpo. Somos energía y a la energía le gusta el movimiento.

Para todos han sido tiempos complejos, pero es importante observarnos constantemente, no perder la empatía con los demás, mantenernos en movimiento y tener una actitud optimista cada día aun en las circunstancias más adversas, porque no sabemos cuando aparecerá la luz al final del túnel, pero si podemos pasar a través de el de una mejor manera. Si algo hemos aprendido como humanidad es que cuando todos nos hacemos uno frente a un enorme problema, somos capaces de enfrentarlo por desafiante que este sea.

Conoce más aquí sobre cómo aumentar tu bienestar para alcanzar tu máximo potencial: https://bit.ly/3nQiYZq

Por Enric Bernal, Director General en CCL para Latinoamérica

CCL Center for Creative Leadership