Cáncer

70% de Personas con Linfoma de Células de Manto es Diagnosticada en las Etapas más Avanzadas

Las terapias blanco son una de las nuevas opciones de tratamiento para retrasar o detener la proliferación de las células cancerígenas.

Presenta AstraZeneca una nueva opción de tratamiento que ha probado ser efectivo en pacientes sin alternativas después de las terapias convencionales

Aproximadamente, 70% de las personas con linfoma de células de manto (un tipo de cáncer poco común) es diagnosticado en las fases más avanzadas, en donde ya se presentan afectaciones en diversos órganos como ganglios linfáticos, bazo, médula ósea, entre otros. De acuerdo con especialistas, hasta hace poco el abordaje de este padecimiento era con las terapias convencionales, con un pronóstico reservado. Sin embargo, las nuevas tecnologías han permitido avances importantes en el tratamiento de la enfermedad, con mejores opciones de tratamiento para los pacientes.

En el marco de la IV edición Congreso Iberoamericano de Neoplasias Linfoproliferativas (CIeLO), en donde ponentes nacionales e internacionales se reunieron para discutir y dar a conocer lo más avanzado en onco-hematología, la Dra. Ana Florencia Ramírez, hematóloga adscrita al Instituto Nacional de Cancerología (INCan), señaló que el linfoma de células de manto (LCM), es un cáncer del sistema linfático, que se desarrolla por la acumulación desordenada de linfocitos B que se transforman en células malignas. “Es una enfermedad con una fuerte predominancia en el sexo masculino (75% de los pacientes)”.

Las personas que padecen LCM representan alrededor del 6 por ciento de todos los linfomas, aproximadamente 328 casos anuales en México[4]. Estudios epidemiológicos internacionales reportan de 1 a 2 casos por cada cien mil personas[5].

Por su parte, el Dr. Eduardo Reynoso, hematólogo director del Centro de Especialidades de Hematología y Oncología (CEDEHO), destacó que una de las necesidades no cubiertas es el diagnóstico temprano, así como la atención con las terapias que puedan brindar una mayor ventana de esperanza de vida a los pacientes.  “Se trata de una neoplasia incurable, con una mediana de supervivencia global de entre 18 meses y 3 años, por lo que actuar rápidamente hace una diferencia muy significativa”.

En su intervención, Dr. Abdieel Esquivel, farmacólogo director de farmacovigilancia de la Junta Directiva de la Asociación Farmacéutica Mexicana (AFMAC), señaló que actualmente, el tratamiento inicial de esta patología son las quimioterapias, seguidas de un trasplante de médula ósea. La combinación de estas intervenciones es el tratamiento estándar para los pacientes, pero existen dos condiciones que limitan su uso y efectividad:

  • Solo los pacientes menores de 65 años pueden tolerar esquemas tan intensos, lo cual restringe uso en la práctica clínica.
  • En más de la mitad de los pacientes, la enfermedad se vuelve a presentar antes de los 3 años[6].

Por ello, después de la falla a la quimioterapia, señaló la Dra. Margarita Rodríguez Mejorada, hematóloga organizadora del Congreso Iberoamericano de Neoplasias Linfoproliferativas (CieLo), las terapias blanco son la mejor opción de tratamiento. “Estas terapias consisten en inhibir la vía de señalización BTK, con inhibidores específicos, que bloquean el proceso de crecimiento y multiplicación celular. Esto puede retrasar o detener la proliferación de las células cancerígenas y, en algunos casos, puede causar que estas mueran[7]”.

El Dr. Javier de la Serna, médico hematólogo, consultor senior de hematología y hemoterapia en el Hospital 12 de Octubre, en Madrid, España, destacó que las nuevas tecnologías han permitido avances importantes en el tratamiento de la enfermedad[8]. “Durante los últimos años, la investigación médica sobre el linfoma de células del manto ha producido mejores opciones de tratamiento para los pacientes.

“Recientes estudios han demostrado la efectividad de un nuevo tratamiento inhibidor de tirosina-quinasa de Bruton (BTK) de segunda generación, llamado acalabrutinib para tratar el linfoma de células del manto.  En el estudio clínico ACE LY-004, se demostró que este fármaco es más selectivo y potente para tratar a pacientes que han recibido al menos una terapia anterior[9].” 

Finalmente, el doctor Alberto Hegewisch, director médico de AstraZeneca en México, destacó que la estrategia de la empresa se ha enfocado en áreas que puedan ser una respuesta a las necesidades de salud de la población.  “Nuestro portafolio de Oncología se ha fortalecido, a fin de acercar la ciencia a los pacientes, con soluciones cada vez más especializadas, que puedan combatir a estas enfermedades agresivas, de forma y al mismo tiempo, cuidando la calidad de vida.  Hoy estamos incursionando en México en la Onco-Hematología, con una alternativa para aquellos pacientes que ya no tenían más opciones.  Es una gran satisfacción llevar la ciencia más allá de sus límites, porque eso impacta vidas, familias y a la comunidad”. 

[1]Romaguera JE, Medeiros LJ, Hagemeister FB, et al. Frequency of gastrointestinal involvement and its clinical significance in mantle cell lymphoma. Cancer 2003; 97: 586-92.

[2] Exp Hematol Oncol 2019;8:2

[3] Dreyling M, ESMO Consensus conferences: guidelines on malignant lymphoma. part 2: marginal zone lymphoma, mantle cell lymphoma, peripheral T-cell lymphoma. Annals of Oncology. 2013;24(4):857-877.

[4] Dreyling M, Hiddemann W, para la European MCL Network. Current treatment standards and emerging strategies in mantle cell lymphoma. Hematology. 2009;2009(1):542-551.

[5] Am J Hematol. 2017;92:806–813

[6] Vose J. Am J Hematol. 2017;92:806–813

[7] Kluin-Nelemans HC, Hoster E, Hermine O, et al. Treatment of older patients with mantle-cell lymphoma. New England Journal of Medicine. 2012;367:520-531

[8] Exp Hematol Oncol 2019;8:2

[9] IPP del producto

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