Salud Mental

7 acciones para mejorar tu salud mental y la de tu familia

Si bien mantener la salud mental es un aspecto importante en todas las etapas de la vida, en la infancia es especialmente relevante debido a la dependencia que existe hacia los padres y la influencia que esto significa en el desarrollo mental, emocional y en el crecimiento general, lo cual establecerá bases para el desenvolvimiento del niño tanto a nivel personal como social.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental se trata de “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”, y aunque los signos y síntomas de las enfermedades mentales dependen del diagnóstico, en general, los síntomas incluyen:

  • Sentirse deprimidos.
  • Cambios extremos de humor.
  • Poca energía, problemas para dormir.
  • Sentirse hostil, enojado o violento.
  • Escuchar voces o tener alucinaciones.
  • Pensamientos suicidas.

Principales factores de riesgo

De acuerdo con un artículo de la Universidad de Harvard, existe una fuerte conexión entre una buena salud mental y una buena salud física. De lo contrario, la depresión y otros padecimientos pueden contribuir a trastornos digestivos, insomnio, entre otros problemas de salud.

Algunos factores de riesgo pueden ser la soledad, el estigma social entorno a las enfermedades mentales, falta de educación sobre salud mental, el alto nivel de estrés asociado a la pandemia de Covid-19 o el burnout o desgaste intenso, reconocido por la OMS como enfermedad, y que lleva a quien lo padece a sufrir de estrés excesivo, fatiga, consumo inadecuado de sustancias, enfermedades cardiacas, presión arterial alta, diabetes tipo 2 y mayor vulnerabilidad a otras enfermedades, de acuerdo con un reporte de Mayo Clinic.

Los trastornos mentales pueden aparecer o agravarse debido además a factores genéticos, psicológicos, neurológicos, química cerebral, exposición ambiental antes del nacimiento y factores sociales, de acuerdo a UNAM, más específicamente debido a los genes, experiencias de trauma o abuso, antecedentes familiares, situaciones estresantes de la vida, pocos amigos o pocas relaciones saludables, una condición médica crónica, y un estilo de vida inadecuado que incluya mala alimentación, poca actividad física y consumo de sustancias nocivas.

Para lograr una adecuada salud mental en los pequeños que los lleve a tener una buena calidad de vida, los padres deberán enseñar con el ejemplo, y procurarse ellos mismos un equilibrio mental que puedan transmitir a los niños por medio de diversas herramientas; este tema se abordará a profundidad en el World Parenting Forum 2021 Virtual, junto con hallazgos de neurociencia para mejorar la disciplina con nuestros hijos, técnicas para tener una familia unida y funcional, cómo lidiar con el uso de redes, la importancia de la autorregulación, entre otros temas.

A continuación, Parenting Global, empresa dedicada a brindar la mejor información internacional sobre crianza y paternidad, nos comparte 7 acciones para mejorar la salud mental de la familia.

  1. Cuidar de uno mismo. Si bien nuestros hijos y nuestra familia son lo más importante para nosotros, para cuidar a los demás es necesario comenzar por uno mismo, esto se puede expresar en el cuidado personal físico, mental y emocional. No es posible compartir con otros un recurso del cual se carece. Al respecto, la conferencia Cuidando a los cuidadores (Caring for the caregivers) explorará esto a profundidad en el WPF 2021 de la mano de la experta Susan Hopkins.
  1. Concentrarse en lo básico: Es primordial asegurarse de tener el sueño adecuado, una alimentación saludable, hacer ejercicio, pasar tiempo al aire libre, asistir a citas médicas, etcétera. Es importante recordar que los niños modelan lo que ven en los adultos, no cuando se les dice lo qué deben hacer. Así que es importante establecer las prioridades de salud de la familia y establecer una disciplina.
  1. Soltar tensiones: Se puede hacer esto mediante el ejercicio, pasar tiempo con los pequeños, e incluso mediante técnicas de reducción de estrés como atención plena, con la respiración profunda y consciente, o la meditación. Practicar los hobbies es también una forma excelente de liberar el estrés; encontrar una actividad que sea del agrado de la familia y ponerla en práctica en momentos de tensión es una manera excelente no sólo de fomentar la unidad, sino de hallar relajación.
  1. Realizar actividades en familia: Leer, ver películas, jugar en el jardín o juegos de mesa, estas actividades nos permiten ejercitar el cerebro y liberar endorfinas, lo que ayuda a contrarrestar estados de presión o desequilibrio emocional. Además refuerza la confianza en los lazos familiares y fortalece la visión que el menor tiene de sí mismo.
  1. Fomentar el apego saludable. El apego es clave en el desarrollo psicológico de un niño y en la formación de su personalidad. La calidad del apego influye en su comportamiento y en su desarrollo futuro, brindándole seguridad, autoestima y  autonomía.

De acuerdo con la psicoterapeuta Teresa García Hubard, experta en práctica clínica que brinda acompañamiento a padres y madres de familia, y autora del libro No hay niño malo. 12 mitos sobre la infancia, “el tipo de apego que haya tenido un padre o una madre en su propia infancia puede resultar determinante en el tipo de apego que establezca con su hijo, sobre todo cuando no haya un trabajo personal”.

Ante lo que aconseja que, en lugar de tratar de volver a nuestros hijos independientes a toda costa, aprendamos del hecho de que “los seres humanos estamos hechos para depender unos de otros, pero lo podemos hacer de una forma saludable que nos ayude a crecer”, y así volvernos más fuertes en todos los aspectos.

  1. Intentar cosas nuevas: Aprender una nueva habilidad, leer un género al que no estemos acostumbrados, realizar pequeños giros en nuestras rutinas, todo esto mantiene la creatividad activa en nuestro cerebro y sirve también para preservar las células y conexiones cerebrales, mejorando nuestro estado de ánimo, de acuerdo a la Asociación de Alzheimer.
  1. Dialogar: Una de las mejores terapias familiares es el diálogo, en el que incluyendo a los más pequeños es posible descubrir inquietudes, miedos y el posible avistamiento de trastornos, de esta manera será también posible ser una compañía y sustento en los momentos de dificultad, ya que el soporte emocional es clave para el sano desarrollo de los miembros de la familia.

Una investigación de la asociación Salud Mental Aumentada (Augmented Mental Health en inglés) sugiere que 50% de las enfermedades mentales en la vida adulta comienzan antes de los 15 años y el 75% a los 18 años. Por lo  que mantener el diálogo y una conexión abierta y constante es clave para monitorear el bienestar emocional de nuestros hijos. Podrás profundizar y aprender de este y varios temas más durante el World Parenting Forum 2021Virtual.

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