Salud Dental

6 mitos falsos sobre las prótesis dentales

El uso de prótesis dentales en el ámbito de la odontología está ampliamente extendido. Estas piezas se diseñan de forma personalizada para colocarse en la boca de pacientes a los que les falta una o más piezas dentales. Podemos encontrar prótesis fijas, que se colocan de manera permanente en la boca; y prótesis removibles, que se pueden poner y quitar cuando se desee.

Estas prótesis son diseñadas y elaboradas por un laboratorio de prótesis dental especializado que diseña cada pieza en función de lo que indique la clínica dental a la que recurra el paciente para colocar su prótesis. Su uso es muy popular desde hace años, pero, a pesar de ello, siguen existiendo una gran variedad de mitos acerca de distintos temas relacionados con las prótesis dentales. Vamos a descubrir qué falsos mitos existen y por qué son mentiras a continuación.

Las prótesis dentales son de personas mayores

Este el primer falso mito que vamos a desmontar. Las prótesis dentales pueden colocarse en la boca de cualquier persona adulta que ya tenga desarrollada su estructura ósea. No pueden colocársela los niños porque sus huesos están todavía en proceso de formación, pero sí cualquier persona de más de 18 años a la que le falta una o varias piezas dentales. Por tanto, es algo a lo que puede recurrir cualquier persona adulta con independencia de la edad que tenga.

Con las prótesis no se puede comer bien

Este es otro falso mito a desmontar. Con las prótesis dentales se puede comer con normalidad, tan solo hay que tener cuidado con aquellos alimentos que sean más duros para masticar. En cuestión de pocos días te habrás acostumbrado a tu prótesis dental y podrás comer como siempre lo has hecho. No notarás apenas cambios y una vez te acostumbres no lo diferenciarás de comer con tus dientes originales.

Las prótesis dentales dificultan el habla

Esto también es mentira. Puedes hablar con normalidad con una prótesis dental en tu boca. Lo único cierto es que, como es algo nuevo que tenemos dentro de nuestra boca, al principio nos sentiremos un poco extraños porque antes pronunciabas ciertas palabras de una forma y ahora debes corregir la pronunciación para que no suene extraño. Con unos pocos días esto se ha solucionado, así que no cabe preocupación al respecto.

Las prótesis dentales no quedan bien

Esto también es falso, ya que las prótesis dentales son piezas diseñadas a medida de la boca de cada paciente y fabricadas de forma personalizada. Se crean según las características de la boca del paciente que la vaya a llevar, así que encajan a la perfección con el resto de la dentadura. Hay prótesis más grandes o más pequeñas, en una tonalidad de blanco más o menos intensa o con una determinada forma concreta. Se hacen todos los ajustes necesarios para que la prótesis quede bien en la boca del paciente.

Las prótesis son para siempre

Es cierto que las prótesis fijas son duraderas, pero eso no quiere decir que tengan que ser para toda la vida. En personas que se ponen las prótesis con una edad avanzada sí suelen ser para toda la vida. Pero en personas jóvenes puede ocurrir que se rompan o se dañen porque no se cuidan como es debido, lo que obligaría a retirarla de la boca y sustituirla por una prótesis nueva si es lo que se desea.

Nuestro cuerpo puede rechazar la prótesis

Nuestro cuerpo asimila a la perfección las prótesis dentales, así que es otro mito falso que circula entre la población. Las prótesis dentales están fabricadas con titanio, que es un material biocompatible al 100% con el cuerpo humano. Por tanto, no va a ocurrir de ningún modo que te pongas una prótesis dental y te la tengas que quitar porque tu cuerpo la rechace.

Estos son solo algunos de los falsos mitos que circulan sobre las prótesis dentales. Seguro que en alguna ocasión te ha llegado alguno de ellos por medio de familiares o amigos o incluso en redes sociales. Pero lo cierto es que las prótesis dentales son una solución muy recomendada por los odontólogos por su capacidad para devolver al paciente un aspecto atractivo a su dentadura y la posibilidad de masticar con normalidad toda clase de alimentos.

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