15 millones de personas sufren una Enfermedad Cerebrovascular al año: OMS
Probablemente uno de los cambios más significativos que experimenta el cuerpo femenino se refleja cuando ocurre el embarazo, ya que éste se adapta a las nuevas condiciones de estar creando vida; sin embargo, estos cambios no son lo único que se hace presente en la vida de las embarazadas, ya que pueden aparecer distintos padecimientos que se hacen más severos de acuerdo a la edad de las futuras madres, por ejemplo las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) que pueden presentarse por tener la presión arterial muy alta.
Con base en datos médicos, se considera que el rango de edades ideal para
concebir va de los 25 a los 35 años, sin que se considere un riesgo para la
madre o el bebé y los 40 sería el límite de edad; no obstante, existen casos
donde los padecimientos se han presentado en las edades “ideales” como por
ejemplo, el caso de Daniela Spanic quien en 2007 y con 34 de años de edad
presentó una ECV también llamado Accidente o Ataque Cerebrovascular mientras
estaba embarazada de su primer y única hija, lo que la llevó a permanecer en
estado de coma durante una semana.
¿Qué fue lo que le sucedió a Daniela Spanic? Ella presentó un déficit
neurológico causado por alteraciones en la circulación cerebral, es decir, los
vasos que conducen oxigeno al cerebro se rompieron u obstruyeron debido a una
embolia sanguínea o una trombosis, teniendo como consecuencia que las células
cerebrales pararan su funcionamiento y murieran. De acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud (OMS) 15 millones de personas sufren un ECV al año, 33.34
por ciento de éstos fallecen y la misma cantidad quedan con una discapacidad
permanente.
En México, con base en el el Estudio de Vigilancia de Ataque Cerebral Durango,
se dio a conocer que se presentan 232.3 casos por cada 100 mil personas,
teniendo alta incidencia en personas mayores de 35 años.
Existen dos clases de
Enfermedad Cerebrovascular, la del tipo isquémico que se caracteriza por la
disminución del flujo sanguíneo al tejido cerebral por lo que ocurre una
obstrucción en alguna arteria o vena, mientras que la del tipo hemorrágico
ocurre tras la ruptura de algún vaso sanguíneo. En cualquiera de los casos se
tiene que iniciar una pronta rehabilitación para que no ocurran mayores
afectaciones en la vida cotidiana del paciente, puntualizó el Dr. Gustavo García, Cardiólogo y
especialista en Medicina Crítica en Obstetricia del Hospital DioMed.
Durante mi embarazo jamás
pensé que al final de éste iba a padecer una Enfermedad Cerebrovascular, me
cuidé tanto que no tenía idea que era propensa a esto. Es importante que la
mujeres que están embarazadas tomen sus precauciones y se acerquen con sus
médicos; les comparto mi experiencia porque es algo que se puede evitar y todas
podemos aprender de esto que me pasó. Yo le estoy profundamente agradecida al equipo
médico del Hospital DioMed por la rehabilitación y atenciones que me brindaron
y que ahora puedo disfrutar de mi hija estando al 100, agregó Daniela Spanic, paciente
rehabilitada.
Las ECV se presentan de forma aguda; sin embargo, ambas son resultado de una
exposición prolongada a factores de riesgo como por ejemplo: hipertensión,
diabetes mellitus, enfermedades cardiacas, dislipidemia, tabaquismo, obesidad,
abuso en el consumo de alcohol y trastornos inmunológicos, como causas
principales.